5 consejos para dejar el pañal
Empecé a entrenar a Regina porque estaba segura de que estaba lista para dejar el pañal porque ya no lo mojaba durante periodos largos o después de una siesta; además tenía horarios regulares para hacer popó y me hablaba de cómo sus compañeritos en la escuela ya usaban el baño. Pero ¡oh sorpresa! Desde que iniciamos el entrenamiento se olvidó del tema, o más bien decidió ignorarlo por completo. Te comparto qué hice para volverla a interesar.
Me puse firme respecto a las pantallas Casi ningún niño va a ponerte atención si hay una televisión encendida. Podía echarme rounds enteros con Regina para que fuera al baño, pero siempre terminaba haciéndose pipí en mi cama. Así que ideé una regla: “Puedes ver Plaza Sésamo después de ir al baño”.
Aproveché la rebeldía Al resistirse a avisar que quiere ir al baño Regina estaba diciendo “ahora soy una niña grande” y manifestando así su deseo de independencia. Así que usé esto a mi favor explicándole que los niños mayores así como los adultos usan el baño para hacer pipí y popó. Le puse ejemplos de personas que quiere y admira y que usan el baño (papá y mamá, sus primos, sus abuelitos, etcétera).
Cambié a un método afín a su personalidad y la mía Si tienes un peque que se distrae fácilmente, necesitará que pongas alarmas para recordarle ir al baño, pero si tu hijo es súper independiente, no le vendrá bien un método así. Esto último me pasó con mi nena. De igual manera, si sabes que te estresa ver tu casa llena de charcos, quizá no te conviene el método de 3 días en el que tu hijo la pasa sin ropa interior, solo elevará la tensión en el hogar y por lo tanto la resistencia.
Olvida los recordatorios En pocas palabras, hazte la loca. Una amiga me dijo que estar pidiéndole que fuera al baño cada 20 minutos era una especie de presión y que tenía que dejar esa lucha de poder. En cuanto lo hice, Renata cambió de actitud.
Finalmente, el que tu hijo sea rebelde es parte de su proceso de desarrollo. ¡Suerte con tu pequeño rebelde!
Cecilia, mamá de Regi.